Por: Maritza Jímenez

Su presidenta, Zulma Bolívar, analiza la situación de los planes y proyectos de revitalización urbana de las zonas rentales, patrimonio de la UCV desde 1875, cuya gestión les compete.

La Zona Rental de la Plaza Venezuela (ZRPV), es el espacio de un sueño. En esos terrenos, los únicos disponibles en la capital para un proyecto urbano de gran magnitud, concibió y diseñó la Fundación Fondo Andrés Bello, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la posibilidad de la reactivación de Caracas mediante la construcción de la denominada Ciudad de las Artes. Convencida de esa posibilidad, a pesar de los obstáculos que han impedido la concreción de ese sueño, Zulma Bolívar es la responsable de los planes de la institución cuya presidencia ocupa desde 2019. 

Urbanista egresada de la Universidad Simón Bolívar, con postgrado en Diseño Urbano en la UCV y experta en planificación estratégica, gestión y desarrollo local, docente universitaria y asesora inmobiliario y políticas públicas de la administración local, su amplia trayectoria sin embargo, no ha bastado para culminar los planes diseñados por un equipo convencido de que,  siguiendo la tendencia mundial de la Economía Naranja, es posible lograr la reactivación de esas zonas y resolver muchos de los problemas del sector universitario.

Con optimismo y serenidad, encara los problemas esta mujer que ha desempeñado cargos de alta gerencia, como la presidencia del Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas de la Alcaldía Metropolitana; miembro del consejo directivo de la Unión Iberoamericana de Municipalistas; y colaboradora del Instituto Lincoln de Políticas del Suelo (LILP) y la International New Town Agency.

En el campo académico, Bolívar es docente-investigador en la maestría de Diseño Urbano del Instituto de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la UCV; profesora invitada en la Especialización en Gerencia Pública de la Universidad Metropolitana; y docente en el Campus virtual de la Universidad Menéndez Pelayo de España.

“La Fundación Fondo Andrés Bello –dice para Gente que Construye– se basa en la reconstrucción y/o adecuación de espacios subutilizados o deteriorados para ser dedicados al ámbito cultural. Estos espacios logran activar, adecuar y promover de forma creativa e innovadora múltiples programas, que incluyen el ocio, lo comercial, el arte, la cultura y la gastronomía. Un espacio de encuentro ciudadano que apoya la educación y la investigación”.

 “Las Zonas Rentales –recuerda– se originan en 1827, cuando el Libertador Simón Bolívar y el rector José María Vargas, establecen los Estatutos Republicanos de la Universidad, y el Libertador asigna un patrimonio inmobiliario con el fin de proveer a la Universidad de rentas para su funcionamiento”.

Añade que, en ese mismo espíritu, en los años 40, cuando el gobierno del presidente Isaías Medina Angarita adquiere los terrenos de la antigua hacienda Ibarra para levantar en ellos la Ciudad Universitaria de Caracas, reserva una superficie algo superior a 10 hectáreas, para desarrollar un conjunto de construcciones rentales que contribuyeran al financiamiento de los programas de investigación de la UCV. 

Con el tiempo, se fue perdiendo el modo de gestión de 1827 y el Estado asumió el funcionamiento absoluto de la Universidad Central y otras. Pero, a raíz de la masificación de la educación universitaria, desde los años 60, este presupuesto se hizo menos que insuficiente. “La UCV es la Universidad pública más grande del país”, señala Bolívar, “y como tal, su presupuesto depende de las transferencias que hace el Estado para su funcionamiento, aun cuando cuenta con empresas universitarias que pudieran generar ingresos adicionales.

Desde hace más de una década la UCV recibe menos del 2% del presupuesto solicitado. Su situación actual es de evidente crisis, al igual que el país”.

En ese sentido, la Universidad ha vuelto la mirada a la rentabilidad de esos espacios físicos mediante la utilización de la figura legal de fundaciones autónomas, como la Fundación.

El Gran Proyecto Urbano para la Zona Rental Plaza Venezuela de la UCV

Fondo Andrés Bello

Institución de derecho privado y sin fines de lucro, creada en 1974 por el Estado venezolano y adscrita al Ministerio de Educación hasta el año 2000, cuando es devuelta a la UCV mediante la Ley para el Desarrollo de las Zonas Rentales, para la promoción inmobiliaria de esos activos que el Estado dona a las universidades nacionales con el propósito de generar recursos para promover actividades científicas y contribuir financieramente a su desarrollo.

Uno de los mecanismos adoptados por la FFAB para promover sus activos inmobiliarios, fue desarrollar grandes proyectos urbanos, que, en palabras de Frank Marcano, primer presidente de la Fundación, “permiten a la ciudad su recualificación, dotación de servicios de escala metropolitana, mejorar su posicionamiento en sus respectivas áreas de influencia y finalmente elevar significativamente la calidad de vida de sus habitantes”.

El primero de esos activos es Plaza Venezuela, la zona de mayor extensión de 10,3 hectáreas ubicadas en el corazón de la ciudad, donde se contempla un Proyecto de Renovación Urbana para equipamientos y usos mixtos de escala metropolitana.

El otro está en las Tres Gracias, donde funciona la sede de la Asociación de Profesores de la UCV y la parroquia Universitaria. Comprende 1,3 hectáreas adyacentes al campus de la UCV, en las cuales se contempla el desarrollo del proyecto institucional del Centro para el Desarrollo de la Investigación y la Educación Avanzada de la UCV.

En la ciudad de Maracay, sede de las escuelas de Veterinaria y Agronomía, se encuentra el tercero, integrado por 21 hectáreas de terreno, adyacentes al campus universitario, para el que se contempla una propuesta urbana para consolidar un espacio rental con proyectos de formación deportiva de alto nivel. 

“Adicionalmente –añade Zulma Bolívar– administramos por encomienda la Ciudad de las Artes Sebucán, un proyecto para la transformación integral de la Escuela de Enfermería UCV en un centro multifuncional que busca la revalorización el entorno, mediante la combinación de actividades académicas, culturales, recreativas y deportivas”.

Sin embargo, estos activos, destaca, “se encuentran en su mayoría subutilizados e invadidos por usos no conformes, y su reactivación requiere fuertes inversiones, y sobre todo, el acuerdo y protección del Estado”.

ZRPV y la Renovación Urbana

El principal de los activos de la UCV es el conocido como la Zona Rental Plaza Venezuela (ZRPV), ubicado en la parroquia El Recreo del municipio Libertador, al este de Caracas, y en el centro geográfico del área metropolitana de la Gran Caracas. Hoy en día, son los únicos terrenos disponibles en la ciudad para un proyecto urbano de gran magnitud. “Su mayor fortaleza –dice Zulma Bolívar–, está dada por la interrelación funcional con el entorno, la activación de comercios y generación de empleos en su condición de zona rental de la UCV, así como la vinculación del espacio público, la cultura y el arte junto a una mejor movilidad peatonal y vehicular, hoy por hoy, muy debilitada”.

Plan Maestro de Desarrollo de la Zona Rental Plaza Venezuela de la UCV

Recuerda cómo en los 90, el espacio era utilizado por el Ministerio de Comercio Exterior como zona de alquiler para exposiciones de turismo, culturales y eventos de naturaleza diversa. Pero con la Ley de las Zonas Rentales de 2000 “empieza a verse su enorme potencial de desarrollar las condiciones establecidas en el Plan Maestro de Desarrollo y Diseño Urbano y la Ordenanza de Zonificación del Sector Espacios Rentales, a los fines de consolidar un gran proyecto urbano, competitivo y rentable, que tiene como objetivo lograr un espacio metropolitano de alta especialización y calidad, maximizando el rendimiento inmobiliario a favor de la educación, la cultura, la sostenibilidad y el derecho a la ciudad”.

 “Ese Plan Maestro, divide el espacio en cinco unidades de desarrollo, que incluyen edificaciones de carácter comercial, hotelero, oficinas, cultural y recreacional, con servicios de transporte público de alta calidad integrados en una gran plaza pública, que pudiera generar más de 2.500 empleos directos, sobre más de 600.000 m2 de construcción”.

Con ese fin, a partir de 2003 se implementaron varios concursos públicos de ideas que diseñaron la volumetría y un modelo de negocios por Asociación Público-Privada (APP), en el que la FFAB entrega en concesión a inversionistas unidades de terreno para su desarrollo. “Este gran Proyecto Urbano inicia con la Unidad Sur y contrato del Centro Comercial que avanzó hasta 2011, con el 50% construido, hasta que el Estado expropió el Fondo de Comercio a cargo de ÉXITO y lo transfiere a Cadena de Abastos Bicentenario. Pero, a partir de 2016, se paralizan la construcción y el pago de renta a la Universidad”.

“Casi 20 años después –prosigue–, solo tiene construida la mitad del hipermercado Bicentenario y el edificio Villanueva, donde funciona desde sus inicios la Corporación de Servicios y otras dependencias de la Alcaldía del municipio Libertador”.

También, desde 2013 se instaló allí el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), un sótano ubicado cinco pisos bajo tierra del edificio, inicialmente diseñado como oficinas para el Metro de Caracas, y terrenos de estacionamiento.

“El resto del terreno se encuentra ocupado con estructuras livianas como la sede de los Bomberos del Distrito Capital, una cancha de fútbol no acondicionada y otras pequeñas estructuras.  Y buena parte no tiene ningún uso, desaprovechándose la oportunidad de contar con un espacio con usos y actividades de mayor impacto, y generador de ingresos para la universidad”.

Proyectos a largo plazo Bolívar enfatiza que “la ubicación de la ZRPV tiene un inmenso valor estratégico dentro de la ciudad de Caracas y la región capital, siendo un activo inmobiliario por su potencial constructivo y diversidad de usos permitidos, su ubicación y excelente accesibilidad, su rol como pieza imprescindible del posible sistema de espacios públicos de la ciudad”.

 “En términos de movilidad, la ZRPV es receptora y espacio de intercambio para quienes vienen de la periferia hacia la ciudad. Sobre ella concurren tres líneas de metro y diversas rutas de transporte público superficial. Además se ubica en una zona empleadora por excelencia (Plaza Venezuela y su entorno inmediato) y colinda con el principal centro educativo y deportivo del país, como lo es la UCV y sus estadios de fútbol y béisbol”.

Conscientes de la coyuntura macroeconómica del país, “la posibilidad de hacer grandes inversiones en el sector luce remota y compleja”, aclara. Por eso, la ejecución de los proyectos planteados podría pensarse para un largo plazo, “en la medida en que la economía del país se recupere y resurja el interés por desarrollar grandes proyectos urbanos”.

Opina que “mientras se alcanza una situación económica favorable, la ZRPV debe tener un propósito real y de beneficio colectivo. 

Se podrían considerar actividades temporales, que la reactiven de la mano de emprendedores y en alianza con las autoridades locales, cumpliendo las siguientes premisas:

• Promover actividades que generen renta a la UCV y empleo a las comunidades del entorno, utilizando el espacio público como conector y la ubicación estratégica de la ZRPV como fortaleza.

• Lograr alianzas público-privadas que promuevan construcciones ligeras de calidad, adaptables para diferentes usos y temporales.

• Generar actividades lúdicas, amables con el ambiente, el arte y la cultura que conviertan a la ZRPV en un atractivo para el ciudadano de paso, el residente y el turista.

En definitiva, se trata de “construir un espacio accesible, donde el ciudadano encuentre una mejora sustantiva a su cotidianidad, eventos recreativos y culturales, comercios, espacios gastronómicos y asistencia institucional del gobierno local, quien en ejercicio de sus competencias podrá promover la organización del transporte público de la zona, construyendo ciudad y ciudadanía”.

Vista aérea – oeste de la primera etapa del Centro Comercial de la Zona Rental de Plaza Venezuela

¿Y los proyectos de la Escuela de Enfermería y Las Tres Gracias?

 “En la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina ubicada en Sebucán, se desarrolla el Proyecto derivado del concepto de ‘Síntesis de las Artes’ desarrollado por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva en el diseño integral de la Ciudad Universitaria de Caracas. Una propuesta de valor al servicio del desarrollo cultural y educativo de los habitantes de la ciudad y la comunidad ucevista”.

“Este proyecto –expresa– reinterpreta el patrimonio de la Escuela de Enfermería UCV y lo transforma en un Centro Multifuncional autofinanciable que integra espacios académicos y actividades complementarias vinculadas al arte, la cultura, emprendimientos comerciales y deportivos, a n de apoyar la formación integral de la comunidad y generar ingresos adicionales que hagan posible el financiamiento de la academia y el mantenimiento de la edificación”.

Ajustándose al precario presupuesto para la reinversión y recuperación del conjunto de cinco edificaciones que datan de 1928, señala que “a la fecha se ha logrado la recuperación parcial de sus principales activos: la Capilla y la Biblioteca en 2016, con un proyecto del arquitecto José Alejandro Santana, ejecutado gracias a la Alianza Público-Privada y el aporte financiero de la Fundación Provincial, Grupo Cóndor y Fundación Telefónica Movistar”.

“Adicionalmente se entregó en concesión una porción de la parcela para la construcción de un Centro Deportivo, a la Escuela de Fútbol Paria Sport C.A., que está 90% concluido”. En cuanto a la Zona Rental Las Tres Gracias, conjuntamente con el Instituto de Previsión Social del Profesor, se ha logrado recuperar las instalaciones. 

 “Y con la tercerización de algunos espacios, estamos pronto a colocar a disposición del público espacios comerciales y de servicio para el profesorado y la comunidad en general. Pero el proyecto original, realizado por Concurso de Arquitectura para la construcción de la sede de postgrado, queda a la expectativa de tiempos mejores”.

Descarga el artículo original aquí: Revista Gente que Construye, año 2, número 16, circulación bimestral.